Autor: P. D. James
Año de publicación: 2011
Categoría: Misterio / Crimen
SINOPSIS
Pemberley, año 1803. Han pasado seis años desde que Elizabeth y Darcy se casaran, creando un mundo perfecto que parece invulnerable. Pero de pronto, en la víspera de un baile, todo se tuerce. Un carruaje sale a toda prisa de la residencia, llevándose a Lydia, la hermana de Elizabeth, con su marido, el desafortunado Wickham, que ha sido expulsado de los dominios de Darcy. Sin embargo, Lydia no tarda en regresar, conmocionada, gritando que su marido ha sido asesinado. Sin previo aviso, Pemberley se zambulle en un escalofriante misterio.
OPINIÓN PERSONAL
Para comenzar debo decir que la sinopsis definitivamente no cumple con su objetivo, ya que lo que redacta difiera un poco en lo que realmente ocurre. No existe tal carruaje que sale a toda prisa con Lydia y Wickham que han sido expulsados de Pemberley, debo rectificar esta sinopsis, lo que ocurre va así:
"Pemberley, año 1803. Han pasado seis años desde que Elizabeth y Darcy se casaran, creando un mundo perfecto que parece invulnerable. Pero de pronto, en la víspera de un baile, todo se tuerce. Un carruaje llega a toda prisa a la residencia trayendo a Lydia conmocionada y gritando que su marido ha sido asesinado. Sin previo aviso, Pemberley se zambulle en un escalofriante misterio."
Esa sería realmente la sinopsis. La razón por la que no la he cambiado en la parte donde debe ir la sinopsis es debido a que acostumbro ser fiel a la sinopsis de la contraportada o la que sale en goodreads, que en este caso resulta ser equivocada.
Ahora vamos a lo que realmente debiera ser este espacio, mi opinión acerca de este libro.
Es muy buena la trama, realmente ingeniosa y el final es inesperado, el giro que toman las cosas hacia el final es interesante, y de hecho el epílogo es romántico muy al estilo de Orgullo y Prejuicio.
Pero, y es que la historia es buena y todo eso, la verdad es que me costó terminarlo, lo empecé a leer muy entusiasmada pero me costó seguirlo. Si bien cada vez que leía era interesante pero no era esas ganas de seguir leyendo apenas tuviera tiempo, de hecho me daban más ganas de ver alguna serie que de seguir leyendo. Aunque en ningún momento me pareció que quisiera dejarlo, realmente quería terminarlo pero se me hizo algo largo, como que por más que leía cada día no lograba avanzar.
Puntuación:
CITAS
“Si aquello fuera una obra de ficción ¿habría el más ingenioso de los novelistas logrado explicar que, en un período tan breve, el orgullo hubiera sido sometido, y los prejuicios vencidos?”
“—Georgiana, él quería casarse contigo. Nunca lo negó.
—Ah, sí, eso sí era totalmente en serio. —Se sonrojó—. Pero me prometió que viviríamos como hermanos hasta que se celebrase la boda.
—¿Y tú le creíste?”
“—Discúlpeme, señor, pero siento que es mi deber manifestar algo. Hablan ustedes sobre lo que ha de hacer la señorita Darcy como si fuera una niña. Estamos ya en el siglo diecinueve. No hace falta ser discípulo de Wollstonecraft para opinar que a la mujer no debe negársele la voz en los asuntos que la incumben. Hace ya siglos se aceptó que las mujeres tienen alma. ¿No va siendo hora de que se acepte que también tienen mente?”
“—No podemos penetrar en las mentes ajenas —comentó Darcy—, pero lo creo inocente, y me aseguraré de que cuente con la mejor asesoría y representación legal.”
“Tras nuestra separación, seguí teniéndote en mi mente y en mi corazón, y fue entonces, cuando visitabas Derbyshire con tus tíos y nos encontramos por casualidad en Pemberley, cuando tuve la certeza absoluta de que seguía amándote, y de que nunca dejaría de amarte.”
“—Ni tú ni yo somos quienes éramos —dijo ella—. Volvamos la vista hacia el pasado solo si este nos da placer, y hacia el futuro con confianza y esperanza.”
“—Georgiana, él quería casarse contigo. Nunca lo negó.
—Ah, sí, eso sí era totalmente en serio. —Se sonrojó—. Pero me prometió que viviríamos como hermanos hasta que se celebrase la boda.
—¿Y tú le creíste?”
“—Discúlpeme, señor, pero siento que es mi deber manifestar algo. Hablan ustedes sobre lo que ha de hacer la señorita Darcy como si fuera una niña. Estamos ya en el siglo diecinueve. No hace falta ser discípulo de Wollstonecraft para opinar que a la mujer no debe negársele la voz en los asuntos que la incumben. Hace ya siglos se aceptó que las mujeres tienen alma. ¿No va siendo hora de que se acepte que también tienen mente?”
“—No podemos penetrar en las mentes ajenas —comentó Darcy—, pero lo creo inocente, y me aseguraré de que cuente con la mejor asesoría y representación legal.”
“Tras nuestra separación, seguí teniéndote en mi mente y en mi corazón, y fue entonces, cuando visitabas Derbyshire con tus tíos y nos encontramos por casualidad en Pemberley, cuando tuve la certeza absoluta de que seguía amándote, y de que nunca dejaría de amarte.”
“—Ni tú ni yo somos quienes éramos —dijo ella—. Volvamos la vista hacia el pasado solo si este nos da placer, y hacia el futuro con confianza y esperanza.”
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